Leer las facturas eléctricas que mes a mes llegan a la puerta de tu empresa, puede ser un dolor de cabeza. En nuestro rol de asesor, hemos creado este blog donde te explicamos los conceptos básicos y por qué es importante entender tus gastos para gestionarlos de la manera que más beneficie a tu organización.
La factura eléctrica engloba diferentes conceptos y cobros que no siempre son fáciles de entender. Acá te mostramos cuáles son los elementos principales presentes en tu factura, qué significan y cuál es la forma correcta de interpretarlos:
En la boleta o factura se especifica si el cliente está sujeto a diferentes tarifas, dependiendo si su empalme está conectado a una red de alta tensión (AT) o baja tensión (BT): mayor o menor a 400V, respectivamente. Según sea el tipo de tarifa, los conceptos y valores de cobro podrán variar.
Existen diferentes tipos de tarifas. Estas pueden ser libres o reguladas:
Por ejemplo, en el caso de los clientes residenciales asociados a una Tarifa BT1 (es decir aquellos que consumen menos cantidad de energía), en la boleta se especificará un cargo fijo, transporte, servicio público, cargo energía consumida, compras de potencia y compra de potencia en distribución. También tiene un cargo de energía adicional que es cuando el cliente se pasa de cierto límite en invierno.
Otro caso son las AT43 y BT43, de clientes grandes y medianos respectivamente, donde existen cargos diferentes: cargo fijo, transporte, servicio público y energía, con valores diferentes a BT1. También se cobra la demanda máxima suministrada y demanda máxima en hora punta, que depende del consumo de potencia de cada uno.
Las facturas eléctricas tienen algunas variaciones, dependiendo del tipo de consumidor o cliente. En ese sentido, recordemos que hay dos tipos de clientes que se definen según su potencia conectada, es decir la máxima potencia que son capaces de demandar dadas las características de su empalme:
Los clientes libres tienen una tarifa de energía que es negociada libre y bilateralmente con una empresa suministradora. Ellos reciben dos facturas diferentes, una de ellas corresponde a los cobros de la empresa suministradora con los valores de la energía, potencia, transmisión, servicio público, entre otros. La segunda factura es emitida por la entidad distribuidora con el detalle de los peajes de distribución que tienen componentes de energía, demanda máxima de potencia y potencia en horas punta.
En este caso, al ser un contrato privado, existe mayor cantidad de cálculos para determinar los consumos eléctricos, por lo que es especialmente importante llevar un registro y hacer auditorías para verificar los cobros.
Los clientes regulados, en cambio, tienen tarifas no negociables, ya que son determinadas por decreto que fija tarifas a partir de los precios obtenidos en licitaciones. Ellos reciben una factura mensual con el cobro de la empresa distribuidora asociada a su zona, sin poder optar. En estas vienen detallados los cargos por energía, potencia, potencia en horas puntas, reactivos, entre otros, dependiendo del nivel de consumo.
Sin duda, leer y entender la factura eléctrica mes a mes, permite crear planes de acción para gestionar de la mejor manera el consumo de la organización. Si todavía no te convences, te dejamos nuestras razones para hacerlo:
Es posible que en el proceso de medición, gestión y lectura del consumo eléctrico, existan errores comunes que se traducen en un cobro equivocado en tu factura, sobre todo si es necesario medir más de un empalme. Esto se debe a la gran cantidad de variables que pueden afectar el cobro.
Las diferentes tarifas eléctricas son reguladas por la autoridad y, muchas veces, cambian. Estas modificaciones no necesariamente se ven reflejadas de manera inmediata en la factura eléctrica, aunque sí pueden verse más adelante, lo que puede aparecer como un cargo por reliquidación. Es decir: el ajuste en los precios de la energía, de acuerdo a la tarifa del cliente, que puede generar un cargo o un abono a la cuenta. Es importante conocer y tener en cuenta que no siempre se repite el mismo patrón de cobro por lo que es necesario revisar los medidores y que se estén calculando bien las demandas y energías, lo que es más complejo.
En el caso de los clientes libres, es común observar que los datos entregados por el generador y las distribuidoras de energía no siempre coinciden con el consumo real de las organizaciones, sobre todo cuando tienen cobros provisorios. En estos casos, los clientes deben preocuparse de que les facturen aquello reflejado en el medidor real.
Las organizaciones necesitan energía para funcionar y hoy en día necesitamos saber dónde, cuándo y cuáles son los procesos que más requieren de energía y cuáles son los puntos donde se puede hacer un uso más eficiente de esta. Solo entendiendo el consumo, es posible facilitar el proceso de toma de decisiones respecto a este.
Esto aplica para los clientes libres, quienes pueden negociar el precio de la energía. Un ejemplo son los contratos de renovación automática en los que, si no se negocia oportunamente antes de la fecha de expiración, las empresas podrían quedar sujetas a condiciones menos convenientes por un próximo período, quedando sin la posibilidad de ahorrar en sus tarifas.
Además de lo anterior, una administración eficiente de contrato también puede prevenir cobros sorpresa u otras condiciones comerciales que aparecen en los contratos y pueden ser poco favorables para la organización.
Por esto, tener claros los costos en los que incurre la organización en materia de electricidad, es una gran herramienta para reducir dichos riesgos.
Si quieres ahorrar tiempo y prevenir riesgos asociados a revisar la facturación y las tarifas de tu empresa, en Enerlink nos hacemos cargo gestionando y auditando las cuentas eléctricas. Porque queremos que te enfoques en tu negocio, te asesoramos, tramitamos y hacemos el seguimiento correspondiente a los reclamos por cobros mal realizados y obtenemos las devoluciones que correspondan.