La calidad del aire en México es un tema que demanda atención inmediata. Muchas de las ciudades mexicanas registran regularmente niveles de contaminación que exceden las directrices de la Organización Mundial de la Salud, generando importantes repercusiones en la salud de la población y la economía. El transporte público, que principalmente emplea vehículos movidos por combustibles fósiles, es uno de los contribuyentes más significativos a esta problemática.
En este artículo, nos centraremos en cómo la implementación de autobuses eléctricos puede ayudar a mejorar la calidad del aire en México. Exploraremos la importancia de esta medida, su posible impacto ambiental y económico, y los retos que conlleva su adopción. En la travesía hacia un México más limpio y saludable, los autobuses eléctricos podrían ser protagonistas esenciales.
Desde principios de 2021 hasta mediados de 2023, México ha experimentado una calidad del aire clasificada como 'Moderada', según el Índice de Calidad del Aire (AQI por sus siglas en inglés).
Según el ranking global de contaminación del aire de 2022, México se posicionó en el puesto 49 entre 131 países. El país presentó una concentración promedio de partículas PM2.5 que superó 3.9 veces el valor de referencia anual establecido por la Organización Mundial de la Salud para la calidad del aire.
*Las partículas PM2.5 son partículas microscópicas, generadas principalmente por la combustión de combustibles fósiles en plantas de energía y vehículos, incendios forestales, procesos industriales y reacciones químicas en la atmósfera. Dada su diminuta dimensión, pueden ser inhaladas profundamente en los pulmones, causando múltiples problemas de salud.
En 2022, la ciudad de Metepec, ubicada en el Estado de México, recibió el indeseable título de ser la ciudad más contaminada del país. Sin embargo, en julio de 2023, Juárez, en el estado de Nuevo León, superó a Metepec como la ciudad con mayor contaminación. Otras ciudades de Nuevo León, General Escobedo y Apodaca, también se encuentran en la lista de las más contaminadas.
Por otro lado, la Ciudad de México, a pesar de mantener una calidad del aire preocupante, ha experimentado cambios positivos recientemente. De acuerdo al Índice de Aire y Salud y el índice de Calidad del Aire CDMX, en julio de 2023, se registró una mejora considerable, clasificando la calidad del aire como 'regular y aceptable'. Con un índice de 70* y un nivel de riesgo considerado 'moderado', esta situación ha sido provocada principalmente por los contaminantes PM2.5 y SO2, este último producto de la quema de combustibles fósiles en plantas de energía y otros procesos industriales.
*Buena (0-50), Moderada (51-100), Dañina para grupos sensibles (101-150), Dañina (151-200), Muy dañina (201-300) y Peligrosa (301-500).
El transporte y la industria son los mayores responsables de la contaminación del aire en México, representando el 45% y 22% del total, respectivamente. Específicamente, la utilización de coches antiguos y mal mantenidos, así como la ausencia de un transporte público eficiente y eléctrico, constituyen factores clave en este problema.
Los principales contaminantes del aire en México incluyen partículas finas (PM2.5 y PM10), óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y ozono (O3). Estos contaminantes, provenientes en su mayoría de la quema de combustibles fósiles en el sector industrial y de transporte, pueden provocar una serie de problemas de salud y ambientales.
La mezcla nociva de sustancias, gases y partículas suspendidas que caracterizan a este problema de contaminación ambiental, pueden ser inhaladas profundamente en los pulmones, desencadenando una diversidad de problemas de salud y siendo responsables de un amplio rango de enfermedades.
Solo en la Ciudad de México, la contaminación atmosférica, exacerbada principalmente por el sector del transporte, provoca un alarmante número de muertes anuales, que oscila entre 8 y 14 mil. [Fuente]
Estas afecciones varían desde muertes prematuras hasta enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrovasculares y cáncer. También se incluyen efectos menos graves pero más frecuentes como malestar respiratorio, asma, alergias, dolor de cabeza, vértigo e irritación e inflamación de los ojos.
El costo de la contaminación del aire en México se manifiesta en gastos médicos directos, como medicamentos y hospitalizaciones, así como en una disminución de la productividad laboral. Si lográramos reducir en un 10% los niveles de ciertos contaminantes, como PM10 y ozono, podríamos ahorrar hasta 760 millones de dólares al año. [Fuente]
Las medidas actualmente implementadas por las autoridades, que incluyen el Programa Hoy No Circula, el Programa de Verificación Vehicular, restricciones al tráfico vehicular y recomendaciones de evitar el ejercicio al aire libre durante las contingencias ambientales por ozono, han demostrado ser insuficientes para abordar la raíz del problema.
Es fundamental que las autoridades adopten estrategias más efectivas, como la incorporación de flotas de autobús eléctrico, para lidiar con la crisis de calidad del aire y garantizar el derecho de los ciudadanos a un ambiente saludable y aire limpio.
Funcionando a base de baterías recargables que impulsan un motor eléctrico, los autobuses eléctricos ofrecen una alternativa ecológica y sostenible al transporte público convencional. Al eliminar la quema de combustibles fósiles como la gasolina o el diésel, contribuyen notablemente a un ambiente más limpio.
Un ejemplo destacado es la ciudad de Santiago en Chile, donde se ha implementado una de las flotas de autobús eléctrico más grandes de América Latina. Los beneficios son evidentes en la mejor calidad del aire y la reducción del ruido en las zonas de operación de estos autobuses.
Para 2023, México ha hecho progresos significativos en la implementación de la electromovilidad con enfoque en autobuses eléctricos, con proyectos piloto en varias ciudades y la inclusión de 50 nuevos autobuses en la Ciudad de México, incrementando su flota a 543 vehículos. Yutong México, además, proyecta comercializar más de 500 autobuses eléctricos este año 2023.
No obstante, el país enfrenta desafíos como la insuficiencia de infraestructura de carga, los elevados costos iniciales y la necesidad de incrementar la producción de energía renovable. El gobierno mexicano podría superar estos obstáculos implementando políticas y soluciones como incentivos fiscales, subsidios para reducir el costo inicial de la implementación del autobús eléctrico, inversiones en infraestructura de carga y la promoción de la generación de energía a partir de fuentes renovables.
Aunque desde marzo de 2021 se reportaron más de 2,000 transacciones de autobuses eléctricos en América Latina, México todavía se encuentra rezagado en comparación con otros países de la región en términos de adopción de estos vehículos.
Pese a los desafíos actuales, el futuro es prometedor para los autobuses eléctricos en México. La concienciación sobre los problemas de contaminación del aire está en aumento y crece la demanda de soluciones de transporte más limpias. Con los avances en la tecnología de baterías y carga, es probable que los costos iniciales disminuyan y que la infraestructura necesaria se vuelva más accesible.
Además, México posee un gran potencial para la generación de energía renovable, la cual podría alimentar a estos autobuses de manera más sostenible. Esto no solo ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también podría generar nuevas oportunidades de empleo y desarrollo económico.
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El potencial de un autobús eléctrico para mejorar la calidad del aire en México es indudable. Pero la realización de este potencial no solo depende de la tecnología en sí, sino también de un marco regulatorio favorable, del compromiso del sector empresarial y, también, del comportamiento de los ciudadanos.
A través de medidas como políticas gubernamentales favorables, inversión en infraestructura de carga, fomento de la generación de energía renovable y educación y concientización pública, es posible hacer de los autobuses eléctricos una parte integral de la solución a los problemas de calidad del aire en México, contribuyendo así a un futuro más limpio, más saludable y más sostenible para todos.