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Qué es la estandarización de protocolos en la electromovilidad?

Escrito por José Ignacio Dussaillant

Es bien sabido que el transporte en ruta es uno de los grandes responsables de las emisiones de CO2 a nivel global, aportando con más del 11% de éstas. Este es uno de los motivos que llevó a la industria a incorporar la electromovilidad, impulsada en principio por subsidios gubernamentales o metas medioambientales de grandes compañías. Sin embargo, a medida que la tecnología avanza y la demanda crece, los criterios económicos han ido ganando terreno y llevando a que empresas de transporte y logística adopten la electromovilidad ya que es cada vez más rentable. Pero, ¿está todo tan resuelto? En este artículo, abordaremos una de las grandes piedras que ha entorpecido la velocidad de adopción de la electromovilidad, y que podría ir creciendo como una bola de nieve si no se resuelve a tiempo: la estandarización.


Los crecientes problemas para la operación de la electromovilidad

A medida que la electromovilidad avanza, hay ciertos problemas que van cobrando cada vez más fuerza, y que tienen el potencial de ser una gran piedra de tope para su adopción por parte de empresas y usuarios individuales.

Uno de estos grandes problemas es la infraestructura de carga. Ésta es costosa y muchas veces se presenta como fricción para la adopción de la electromovilidad, sobre todo en casos de uso con baterías de alta capacidad como son los buses y camiones eléctricos. Además, aunque se ha ido creciendo en la red de carga pública, ya es insuficiente para la cantidad de vehículos que hay hoy en circulación (lo que se manifiesta en las filas para cargar en ciertos horarios), lo que solo lleva a pensar que el problema será peor en el tiempo. Todo esto es acrecentado por la falta de un estándar en los conectores, que hacen necesaria la instalación de múltiples mangueras en los cargadores y que abren la posibilidad de que, en muchas ocasiones, el usuario llegue a una estación de carga solo para encontrarse con la sorpresa de que no hay conectores del tipo que necesita.

Dado lo anterior es esencial aumentar, mediante el uso de tecnología e inteligencia, la tasa de ocupación de la infraestructura de carga y su eficiencia. Esto se puede lograr con plataformas de gestión de carga inteligente, permitiendo cargar más vehículos con menos cargadores y energía, reduciendo la fricción a la adopción de la electromovilidad.

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Las ventajas de la gestión inteligente en electromovilidad

Al tener infraestructura de carga y vehículos eléctricos “en línea” con una plataforma de gestión inteligente puedes obtener al menos los siguientes beneficios:

Carga de Oportunidad o cargadores públicos:

  • Compartir estado de cargadores en tiempo real para informar a usuarios acerca de su disponibilidad.
  • Modular potencia según disponibilidad de la red, permitiendo cargas que sin inteligencia serían imposibles.
  • Mejorar la experiencia de usuario mediante una interfaz común (aplicación web) para el manejo de distintos tipos y modelos de cargadores.

Cargadores privados y flotas de vehículos eléctricos:

  • Modular potencia según ventanas de carga resultantes de la operación de la flota.
  • Definir una potencia de carga óptima que permita reducir costos de la cuenta eléctrica y aumentar la vida útil de la batería, en base al monitoreo del estado de la batería de los vehículos en tiempo real (SoC) según sus necesidades de autonomía.
  • Minimizar los requerimientos de horas hombre para la operación de un electroterminal mediante la automatización y ejecución remota de tareas de carga.
  • Manejo automatizado de patrones de carga óptimos para la extensión de la vida útil de las baterías de los vehículos según las indicaciones del fabricante.
  • Monitoreo de estado de salud de las baterías (SoH) para identificar patrones de carga y manejo de los vehículos que permitan aumentar su vida útil.

 

El gran problema: la dificultad de integración.

Pero hay otro problema que ha ido cobrando fuerza, y es la considerable dificultad en integrar los activos para ser gestionados inteligentemente. La integración se refiere a la factibilidad de comunicarse con cargadores y vehículos para extraer datos operativos, o en el caso de los cargadores, operarlos de forma remota, esto con el fin de optimizar y tener datos para tomar mejores decisiones. El desafío en este aspecto es la dificultad para hablar un lenguaje que los activos soporten (“entiendan”), en particular:

En el caso de los cargadores inteligentes (es decir, cargadores que cuentan con algún protocolo, o lenguaje de comunicación, que permite operarlos de forma remota), en el año 2009 nace la Open Charge Alliance, definiendo y promoviendo el Open Charge Point Protocol (OCPP), hoy por hoy el protocolo de comunicación estándar a nivel mundial adoptado por la mayoría de los fabricantes. Sin embargo, a pesar de ser un protocolo bien definido, las implementaciones realizadas por cada fabricante difieren y no siempre se ajustan al protocolo de forma estricta. Esto dificulta la integración de distintos modelos y marcas de cargadores a una misma plataforma.

En el caso de los vehículos eléctricos: Para extraer datos operativos de los vehículos eléctricos tales como odómetro, SoC, uso del freno regenerativo y otros es necesario acceder al CAN bus de cada vehículo (un sistema de comunicación por donde fluyen los datos operativos del vehículo). Por lo general cada fabricante o incluso cada modelo de vehículo cuenta con su propia estructuración o cifrado de datos para el CAN, lo que dificulta su integración. Además los fabricantes son celosos con los códigos de cifrado de la información en el CAN, lo que hace aún más complejo su extracción.

 

Una urgente necesidad: la estandarización de los protocolos.

Habiendo entonces planteado estos problemas, hay una necesidad urgente en la industria: la estandarización. Por el lado de la integración, hace falta que se avance en al menos dos áreas. La primera es estandarizar cómo se estructuran y cifran ciertas variables operativas que son atingentes a la operación eficiente de una flota de vehículos eléctricos (SoC, odómetro, temperatura de la batería, entre otros). La segunda es mejorar la implementación de protocolos de comunicación como el OCPP por parte de los fabricantes (idealmente contar con la certificación de la Open Charge Alliance).

En Enerlink, procuramos ser una voz que promueva este avance en estandarización, para lo que participamos en foros, charlas y más. Mientras tanto, nuestro equipo de expertos ha hecho grandes esfuerzos para obtener la información tanto de cargadores como de vehículos a pesar de los diferentes formatos y así poder gestionarlos desde nuestra plataforma EVX. Si quieres optimizar tu operación de electromovilidad, o estás iniciando en ella y te quieres asegurar de hacerlo bien desde el principio, no dudes en contactarnos.

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