La electromovilidad en Chile sigue creciendo a paso firme, impulsada principalmente por la necesidad de reducir emisiones y promover un transporte sostenible, tomando como gran referente lo hecho por el sistema de transporte público en Santiago. Sin embargo, la infraestructura de carga aún enfrenta desafíos para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos en el país.
En este artículo, presentamos un análisis sobre el estado actual y la evolución de las electrolineras en Chile, abordardando desde su distribución geográfica y características técnicas, hasta los costos de carga y las políticas que están moldeando su desarrollo.
Este panorama proporciona una visión clara y objetiva sobre cómo las estaciones de carga para vehículos eléctricos están influyendo en el futuro del transporte en Chile, además de su impacto ambiental y económico.
En el panorama de la movilidad sustentable, las electrolineras en Chile han marcado un antes y un después. Estas estaciones de carga, inicialmente limitadas a ciudades como Santiago y su sistema de transporte público o en el ámbito de las industrias de logística y distribución, han expandido su presencia significativamente, acompañando el auge de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables en el país.
La expansión de la infraestructura de carga no ha estado exenta de dificultades, enfrentando desafíos como la necesidad de inversiones considerables y la elección estratégica de sus ubicaciones. Gracias a la colaboración entre el Estado y la iniciativa privada, junto con políticas de fomento a la movilidad eléctrica, se ha avanzado en este campo.
En el contexto de la electrificación del transporte público en Chile con Red Movilidad (Ex Transantiago), el avance ha ido de la mano con importantes avances normativos e incentivos tributarios. En el caso de la instalación de infraestructura de carga, esta se encuentra regulada principalmente por el Pliego Técnico Normativo RIC N°15, emitido por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) 1, institución perteneciente al Ministerio de Energía del Estado de Chile. Este documento establece los requisitos de seguridad, eficiencia y accesibilidad que deben cumplir las instalaciones eléctricas destinadas a la recarga de vehículos eléctricos, tanto en espacios públicos como privados. Además, este cubre la infraestructura necesaria para la recarga de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ya sean livianos, medianos o pesados. Adicionalmente al Pliego Técnico RIC N°15, existe el Decreto Supremo N°12 de 2022 del Ministerio de Energía 2 que establece las disposiciones sobre la interoperabilidad de los sistemas de recarga de vehículos eléctricos, promoviendo de esa manera la estandarización y compatibilidad entre diferentes sistemas de carga en territorio chileno.
A marzo de 2025, Chile cuenta con 1.097 estaciones de carga pública, una cifra que ha ido en aumento gracias a esfuerzos mancomunados de distintos sectores. Sin embargo, este número refleja lo dispar en la oferta de carga pública entre la Región Metropolitana y el resto del país. En la Región Metropolitana, donde se ubica la capital del país, Santiago, existen 846 cargadores de uso público, lo que representa el 77% del total del país. En el resto de las regiones, la realidad es diferente, ya que la oferta de carga pública se limita a 253 cargadores en total, donde la Región de Valparaíso es quien lidera con 48 puntos de carga pública.
Al margen de los números, las electrolineras en Chile han evolucionado para ofrecer servicios más eficientes y amigables con el usuario, incluyendo cargas más rápidas y, en algunos casos, el uso de energías renovables. La carga rápida aún es insuficiente y se está avanzando en ese sentido, ya que la carga lenta predomina en proporción a la carga rápida, y en el caso del resto de las regiones del país, la carga rápida crece en proporción ya que su rol principal es entregar conectividad para viajes interurbanos. Esta transformación no solo representa un avance tecnológico, sino también un compromiso ambiental, alineándose con las tendencias globales hacia un transporte más limpio y sostenible.
Como ya mencionamos, las electrolineras en Chile están predominantemente situadas en las principales zonas urbanas y metropolitanas, reflejando el patrón de uso y demanda de los autos eléctricos en el país.
Estas ubicaciones estratégicas responden a varios factores:
Cada electrolinera puede variar en términos de capacidad y tecnología, ofreciendo diferentes tipos de carga (desde carga estándar hasta carga rápida). Algunas de estas estaciones también están integradas con tecnologías avanzadas como paneles solares, haciéndolas aún más sostenibles. Las regiones Metropolitana (846), de Valparaíso (48) y de Los Lagos (30), lideran en cuanto a cantidad de electrolineras instaladas en el país.
A continuación, te presentamos una lista de 5 destacadas estaciones de carga para vehículos eléctricos en distintas ciudades de Chile, incluyendo información sobre sus tipos de cargadores y conectores, velocidad de carga y ubicación:
Según lo establecido en el RIC N°15 por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), el tipo de conector se refiere a los dispositivos por los cuales se establece la alimentación del vehículo eléctrico en CC o CA y las funciones de comunicación, tales como la de control piloto y proximidad. Si bien en Chile no existe una norma que establezca un estándar único para los conectores de carga de vehículos eléctricos, los conectores más utilizados en el país son el CCS (Combined Charging System), que es una solución integral que combina carga rápida y es compatible con diferentes estándares. También entre conectores más utilizados se encuentran los Tipo 1, Tipo 2, CHAdeMO y GB/T.
Con respecto a las electrolineras, la SEC establece que se trata de Infraestructura de recarga de vehículos eléctricos que presta servicio de recarga pública, ubicada en estaciones de servicio de expendio de combustibles o Áreas de Servicio ubicadas en vías o carreteras interurbanas, que disponga de al menos un SAVE modo de carga 4 con una potencia mínima de 50 kW.
Y con respecto al Sistema de Alimentación específico de Vehículo Eléctrico (SAVE) se establece como el conjunto de equipos montados con el fin de suministrar energía eléctrica en CA (modo de carga 3) o en CC (modo de carga 4) a un vehículo eléctrico, y además cuenta con un dispositivo que establece la comunicación entre el vehículo eléctrico y la instalación fija. Pueden incluir protecciones eléctricas, cables de conexión y conectores, y para el modo de carga 4, el convertidor CA/CC externo.
Este es un tipo de estación donde una marca de vehículos disponibiliza cargadores para sus clientes. En el caso de esta estación, solo puede ser usada por vehículos Tesla.
Este es el caso de una estación de combustible que añade a su oferta cargadores de vehículos eléctricos, que suelen además estar en el rango de rápidos o ultra-rápidos.
Ejemplo de empresas que están involucradas con el mundo de la energía pero fuera del petróleo, y que están también entrando al mercado (como también son ENEL, CGE, y otras).
Centros comerciales y otros actores del retail ofrecen también cargadores a sus clientes, en muchos casos de forma gratuita.
Un caso muy interesante donde se unen 3 actores para ofrecer una estación de uso mixto, con horarios reservados para una flota comercial y otros horarios para todo público.
Enel X, Enex E-Pro, Gasco y Copec Voltex, son algunas de las empresas que están operando electrolineras en Chile. Además de estas opciones, en diversas ciudades otro tipo de empresas como por ejemplo hoteles, centros comerciales e inmobiliarias, han comenzado a instalar estaciones de carga, especialmente en áreas urbanas con una alta densidad de vehículos eléctricos.
Por otro lado, Enerlink, empresa especializada en la instalación y planificación de centros de recarga para vehículos eléctricos, está expandiendo su presencia en Chile. Su enfoque integral le permite determinar la cantidad y tipo de cargadores necesarios para cada estación y proporcionar un avanzado software que facilita a los propietarios de estaciones operar y optimizar su infraestructura de carga.
Este software también permite la monitorización del uso de los puntos de carga, la definición de tarifas, el estado de salud de la batería, la regulación de la potencia de carga, la verificación de la disponibilidad y la resolución remota de problemas técnicos, todo ello a través de computadoras o dispositivos móviles. Además, la aplicación nativa EVX desarrollada por Enerlink facilita la operación y pago de la carga para los usuarios. Con soluciones eficientes y avanzadas, Enerlink está contribuyendo significativamente a la expansión de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en Chile, satisfaciendo la creciente necesidad de movilidad sostenible en el país.
Cargar un auto eléctrico en electrolineras en Chile tiene un costo que varía según el proveedor, el tipo de cargador y la potencia utilizada.
Algunas estaciones pueden ofrecer cargas gratuitas o tarifas variables. Por otro lado, empresas como la ya mencionadas; Enel X, Enex E-pro, Gasco y otras, suelen cobrar por la carga, estableciendo precios que dependen del tiempo de uso o de los kWh consumidos. Además, algunos fabricantes de autos eléctricos y empresas relacionadas con la electromovilidad pueden ofrecen beneficios de carga gratuita para incentivar el uso de vehículos eléctricos.
Las tarifas de carga en electrolineras pueden oscilar entre $200 y $400 CLP por kWh, dependiendo del proveedor y la ubicación.
Es importante destacar que, en general, recargar un auto eléctrico en casa tiende a ser más conveniente debido a que el costo por kWh suele ser menor. Sin embargo, en una electrolinera, puedes obtener una carga mucho más rápida y eficiente.
En el contexto de la creciente adopción de la electromovilidad en Chile, el Estado ha incorporado importantes avances normativos como el Pliego Técnico Normativo RIC N°15, emitido por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), que ya mencionamos anteriormente. Este documento establece los requisitos de seguridad, eficiencia y accesibilidad que deben cumplir las instalaciones eléctricas destinadas a la recarga de vehículos eléctricos, tanto en espacios públicos como privados. Además, este cubre la infraestructura necesaria para la recarga de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ya sean livianos, medianos o pesados. Su objetivo principal es garantizar que estas infraestructuras sean seguras, eficientes y accesibles, promoviendo así el desarrollo sostenible de la movilidad eléctrica. El pliego establece que las instalaciones deben cumplir con normas internacionales, como las series IEC 61851 e IEC 62196, que regulan los sistemas de carga conductiva y los conectores para vehículos eléctricos.
En paralelo, existe el Decreto Supremo N°12 de 2022 del Ministerio de Energía, que fue promulgado el 25 de febrero de 2022 y publicado en el Diario Oficial el 17 de mayo de 2023. Su aplicación es obligatoria para todos los operadores de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en Chile, quienes deben adaptar sus sistemas para cumplir con los estándares de interoperabilidad establecidos, para garantizar que los usuarios de vehículos eléctricos puedan acceder y utilizar diferentes redes de carga de manera sencilla y eficiente, sin importar el proveedor del servicio. Este decreto incluye aspectos como:
Las electrolineras en Chile están desempeñando un papel fundamental en la transición hacia una movilidad más sostenible, generando impactos económicos y ambientales significativos.
Cargar un vehículo eléctrico resulta más económico que abastecer uno de combustión interna, además de las mantenciones propias de los vehículos, que son más económicas en los vehículos eléctricos que en los vehículos de combustión interna. Por ejemplo, el costo por kilovatio-hora en estaciones de carga públicas oscila entre $200 y $400 CLP, lo que representa un ahorro considerable en comparación con los combustibles fósiles.
Desde el punto de vista ambiental, es indudable el aporte de la movilidad eléctrica a las ciudades del país, ya que los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes durante su operación, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire en las ciudades. Esto es especialmente relevante en Chile, donde 12 ciudades han sido declaradas zonas saturadas por material particulado, entre ellas, Santiago. Además, si la electricidad utilizada proviene de fuentes renovables, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden reducirse hasta tres veces en comparación con vehículos a combustión interna.
Sumado a lo anterior, el avance de la infraestructura de carga estimula la inversión en tecnologías limpias y la creación de nuevos empleos en sectores como la ingeniería, la construcción y el mantenimiento de estaciones de carga, promoviendo la formación de nuevos profesionales especializados en electromovilidad y energías renovables.
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Chile se ha comprometido a alcanzar la carbono neutralidad para 2050. La expansión de las electrolineras y la adopción de vehículos eléctricos son pasos clave para lograr este objetivo, ya que reducen la dependencia de combustibles fósiles, disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y ofrecen grandes beneficios económicos, pero también presentan desafíos que requieren atención del Estado y del sector privado, como la gestión sostenible de baterías y la expansión de la infraestructura de carga para satisfacer la creciente demanda de las industrias y de los usuarios.